Cada vez abusamos más de la tecnología
Un reciente estudio demuestra que cada hora extra invertida en los dispositivos electrónicos supone un descenso en el rendimiento académico del menor.
Cada vez abusamos más de la tecnología y del tiempo que pasamos delante de las pantallas. Este hecho se traslada por supuesto también a los niños, los cuáles ya se desenvuelven perfectamente con una tablet o con un smartphone. Asistimos a una era en la que se introduce a los más pequeños a vivir e interactuar entre pantallas, pero en numerosas ocasiones se desconoce qué tiempo deben pasar delante de éstas, o los efectos negativos que ejercen sobre la educación del menor.
Dimitri Christakis, pediatra e investigador de la Universidad de Washington, ha publicado gran cantidad de artículos relacionados con las experiencias tempranas en los niños y sus consecuencias. Resume que exponer al pequeño diversos dispositivos multimedia desde que comienza a desarrollar su cerebro, supone que en el mundo real también espere respuestas inmediatas y rápidas, como al navegar por dichos dispositivos. Este efecto tendrá como consecuencia el aburrimiento por parte del niño o el déficit de atención sobre lo que no le resulte inmediato y estimulante. Este hecho no quiere decir que su uso esté entorpeciendo la educación y el desarrollo del niño, puesto que ya es parte de la sociedad y se ha dotado tecnológicamente a los colegios públicos sobre practicar la enseñanza a través de las tablets y los ordenadores. Es un recurso con los suficientes beneficios como para mejorar el aprendizaje, desarrollar la creatividad y motivar la comprensión. Ahora bien, tiene sus limitaciones y no se puede abusar de este tipo de dispositivos ni radicalizar la enseñanza a través de pantallas.
En esta enfoque, Christaki considera la tablet una aliada para el nivel educativo del niño, pero “el abuso puede ser tan o más contraproducente que el consumo excesivo de la televisión”. En generaciones anteriores se disponía de pocas tecnologías interactivas, pero la dinámica de internet y la interactividad de los nuevos dispositivos, ha abierto una brecha en el desarrollo del menor. Los niños sienten un mayor control y placer al manejar estos dispositivos, lo que puede llevarlos a la adicción y al abuso de esta tecnología.
Una preocupación cotidiana que surge en muchos padres es la de ver “enganchados” a sus hijos frente al ordenador, las tabletas, el móvil o la televisión. Naturalmente, cuando son más pequeños, se ha de ejercer un mayor control de horarios sobre los que el niño puede pasar frente a la TV, el PC o las tabletas, tanto a nivel educativo como de ocio. Según la Academia Americana de Pediatría, “los niños no deberían permanecer delante de una pantalla más de dos horas al día y, en el caso de los menores de dos años, este tiempo debe ser inexistente”. Es un consejo arraigado a numerosos estudios que ya han demostrado que un uso excesivo de cualquier dispositivo electrónico está relacionado con el insomnio, el exceso de alimentación y algunas conductas agresivas. Una información que a nivel de salud preocupa, pero que no se solo afecta a ese ámbito, ya que también aflige a la vida académica.
Un estudio reciente, publicado por la revista International Journal of Behavioral Nutrition and Physical, investigó sobre lo que hacían niños (de una media de 14,5 años) en su tiempo libre mientras estaban sentados. El principal resultado destaca que dedican unas cuatro horas al día a ver la televisión, entretenerse con el móvil o jugar en tabletas u ordenadores. Esto supera el doble de tiempo que imponen los especialistas de este ámbito. “Cada hora extra invertida en las pantallas suponía un descenso en los logros académicos”, afirma el doctor Corder, epidemiólogo y principal investigador de este estudio. Finalmente, Corder aconseja que “es conveniente que los padres limitasen el tiempo que dedican sus hijos a estos dispositivos”.
En la era digital, los menores pueden desarrollar muchas virtudes y actividades que antes no podrían ni imaginarse, pero también se les aparta de la calle, del deporte, de una vida social y de todo lo que supone interactuar con el mundo real. En cualquier situación, un control supeditado por los padres o por los educadores de los centros puede ayudar y guiar a los niños a encontrar los beneficios de las nuevas tecnologías sin perder el contacto con la realidad.
Referencias
XATAKA (2015) “Móviles, tablets, televisiones,… ¿Cuánto tiempo tienen que pasar los niños delante de la pantalla?”.
Tardón L., (2015). “Peores notas por el abuso de tecnologías”. El Mundo.
INTECO (2010) “Estudio sobre hábitos seguros en el uso de las TIC por niños y adolescentes y e-confianza de sus padres”.
Autora
Sara Pedro Ros
Periodista / Redactora
Debe estar conectado para enviar un comentario.